Me siento realmente honrado de asumir el cargo de presidente de la Tilt-Up Concrete Association (TCA). Quiero expresar mi gratitud al expresidente Rick Galloway y a toda la Junta Directiva por su dedicación y liderazgo. Al reflexionar sobre mi viaje con la TCA, que comenzó hace más de una década, nunca podría haber imaginado la riqueza de conocimientos, colaboración y amistades para toda la vida que me brindaría esta asociación.

La TCA es una organización única en la que los competidores se ayudan mutuamente a mejorar, compartiendo ideas e innovaciones para avanzar en la industria en su conjunto. La camaradería dentro de esta asociación no se parece a nada que haya experimentado en otros lugares. Cada evento de la TCA reafirma lo que hace especial a esta organización. No solo estamos mejorando nuestro oficio, también estamos formando lazos que fortalecen tanto nuestra industria como nuestras vidas personales.

La construcción corre por mi sangre. Como constructor de tercera generación, me introdujeron en el oficio a una edad temprana. A los 10 años, pasaba los veranos cargando madera en los proyectos residenciales de mi tío, y a los 14, ya manejaba un martillo neumático de 60 libras. Estas experiencias formativas me inculcaron una pasión por la construcción y un impulso incesante por la mejora continua, rasgos que han definido mi carrera desde entonces.

Ver crecer a mis cuatro nietos me ha dado una nueva perspectiva sobre el cambio y la perseverancia. Mi nieta de 8 años es muy aguda, sabia más allá de su edad y no tiene miedo de compartir sus opiniones. Mi nieto de dos años está descubriendo su personalidad, canta sobre ser un excavador en un momento y debate enérgicamente con su padre al siguiente. El verano pasado, fui bendecido con dos nietos más, nacidos con solo seis días de diferencia. Con solo siete meses de edad, son un recordatorio diario de resiliencia y determinación. Los veo ver algo que quieren desde el otro lado de la habitación, incapaces de gatear, pero sin inmutarse. Primero, se arrastran sobre la alfombra, luego se levantan sobre sus rodillas, solo para moverse hacia atrás en lugar de hacia adelante. Pero siguen adelante, adaptándose, descubriéndolo. Ese tipo de determinación implacable es inspiradora.

Durante los primeros 20 años de mi carrera, ocupé varios puestos en una empresa de infraestructura y movimiento de tierras independiente antes de pasar a la contratación general hace casi dos décadas. Mi antiguo CEO me dijo en más de una ocasión: “Bob, no le tienes miedo al cambio, lo aceptas”. Esa filosofía encaminó mi decisión el año pasado de dejar mi puesto como vicepresidente sénior en una empresa bien establecida y asumir un nuevo desafío como director de operaciones en Oline Construction. La oportunidad de aplicar décadas de experiencia en la industria para construir una cultura de colaboración, innovación e integridad ha sido emocionante y gratificante.

La vida se trata de cambio y crecimiento. El dicho: “Si no te mueves hacia adelante, te estás moviendo hacia atrás”, suena cierto cada vez. Al asumir este nuevo cargo en la TCA, me comprometo a fomentar la colaboración, impulsar la innovación y avanzar juntos en nuestra industria. El trabajo que hacemos es importante, y las relaciones que construimos a lo largo del camino lo hacen aún más significativo.

Brindemos por el futuro y sigamos avanzando.