“HE OBSERVADO A LA COMUNIDAD COMO LA UNIDAD DE ORGANIZACIÓN SOCIAL EN DONDE RESIDE EL ELEMENTO MÁS GRANDE DE ESPERANZA PARA UN PROGRESO PERMANENTE”.

Después de la reunión virtual en octubre de 2020, escribí una carta exponiendo la importancia de ser una comunidad. A simple vista, es obvio y podría desestimarse como una retórica promocional, pero para mí, la idea de comunidad continúa estando al frente de mi trabajo con esta asociación. Soy de corazón un organizador de la comunidad.

Eduard C. Lindeman pronunció la definición de una organización comunitaria en 1921 como “Esas dos fases de organización social que constituyen un esfuerzo consciente por parte de una comunidad para controlar democráticamente sus asuntos y asegurar los más altos servicios de sus especialistas, organizaciones, agencias e instituciones por medio de interrelaciones reconocidas”. 

Comparto esta definición con ustedes para destacar dos elementos importantes: el primero es que nuestro esfuerzo tiene un objetivo. Dicho de otra manera, trabajamos intencionalmente para servir a nuestra industria y unos a otros más allá de lo que se esperaría de colaboraciones casuales y esfuerzos individuales. Segundo, hacemos esto a través de una colaboración programática, es decir, actividades planificadas dirigidas a destacar la manera en las que nuestro trabajo nos afecta unos a otros. Dependemos de estas interacciones para identificar las necesidades de la comunidad y a su vez desarrollar soluciones como una comunidad.

Si estuvo en St. Louis este pasado septiembre para la convención, escuchó a Barclay Gebel, FTCA compartir la necesidad de considerar una capacidad de subrasante relacionada con las cargas del suelo de apoyo de la grúa durante la construcción. En ese momento, Barclay propuso el lenguaje para una declaración colectiva de la industria y los más de 400 profesionales en la sala aprovecharon la oportunidad para hacer comentarios y conversar sobre eso. Hubo una invitación por parte de Chad Bruce, que presentó los problemas con el uso de adhesivos en las losas de diferente energía superficial, para unirse a una investigación. Se presentó el trabajo del Dr. Maguire y un grupo de ingenieros y fabricantes de conectores de paneles compuestos. Por último, un grupo de profesionales jóvenes compartió historias acerca del empleo de su generación y la cultura en el lugar de trabajo.

La razón por la que menciono estos momentos es para declarar nuevamente que esto es el trabajo de nuestra comunidad. La TCA no existe como una entidad remota que opera de manera anónima a favor de la industria. Organizaciones como esta solo existen a través de la participación activa de sus miembros.

Joseph K. Hart escribió sobre el rol del organizador de la comunidad al facilitar esta función que, “Esta tarea de la organización de la comunidad implica el desarrollo de orden social con suficiente inclusividad, riqueza, variación, estimulación para llegar a cada ser humano normal”.  Con esa finalidad, nos hemos concentrado en una programación que mejora el acceso a recursos multidisciplinarios de la TCA. Una programación que nos conecta para compartir historias, debatir, celebrar e innovar. A medida que nos acercamos al año nuevo, animo a todos a volverse a comprometer con esta comunidad a través de una participación activa. Inicie sesión, inscríbase, haga acto de presencia. Sea parte de la comunidad. El trabajo más significativo y de mayor impacto vendrá de nuestra voz colectiva, rica en inclusividad y diferentes experiencias.

aludos cordiales,