En 2010 escribí un artículo sobre la construcción de una nueva biblioteca pública central en mi ciudad natal de Cedar Rapids, Iowa donde explicaba que el rol de la biblioteca tradicional debería reexaminarse. Sugerí que la misión de las instalaciones debería alejarse del proceso de almacenamiento (debido a que los libros estaban cambiando a formato digital) al proceso vital de manejo y presentación del conocimiento. Comenté que el “lugar” sería un proveedor esencial de estimulación e inspiración y no solo de acceso, y que el enfoque de la biblioteca ya no debería ser crear únicamente un lugar para el puro almacenamiento de información, sino que debería ser crear un lugar para que las personas interactuaran con la información.

Al pensar acerca de la Convención Internacional de la TCA, creo que las mismas ideas aplican a ese caso. En este momento, cuando la información está fácilmente a nuestro alcance, la idea de que uno vaya a la convención simplemente para aprender nueva información es subestimar el evento. Podrían leer un artículo, observar un video o asistir a un seminario en línea. ¿Por qué es necesario reservar un vuelo, viajar al otro lado del país y quedarse en un hotel por dos noches solo para escuchar algunas conferencias?

La convención ofrece a los asistentes una experiencia completamente diferente, la oportunidad de descubrir e involucrarse con la información de una manera que no es posible a través de la tecnología. A medida que el material se vuelve cada vez más accesible y la interacción continúa presente en línea, la convención desempeña un rol vital en reunir a nuestra industria para aprender y debatir. La interacción personal desarrolla relaciones más fuertes, un entendimiento más profundo y mayor concientización de los problemas y oportunidades que están presentes en nuestra industria. Al igual que con la biblioteca, la convención establece una percepción expandida de pertenecer a un cuerpo colectivo más grande.

Sheri Olson, en su reseña de la Biblioteca Central de Seattle señaló que la biblioteca ofrece “algo que los programas de reality, tecnologías de IM y las salas de chat en Internet solo pueden imitar: un intercambio social efectivo en tiempo y espacio reales”.