Después de celebrar la 25ª edición de la Convención y Exposición de Tilt-Up el año pasado, nos tomamos un tiempo para reflexionar. Ese hito invitó no solo a mirar hacia atrás, sino a un desafío: ¿cómo podemos evolucionar este evento para reflejar mejor los valores de los que tan a menudo hablamos: comunidad, innovación y, especialmente, la colaboración?

En nuestra convención en Phoenix, nos enorgullecimos de ofrecer un programa sólido; a veces cinco pistas de educación a la vez. Pero recuerdo entrar en ese ambiente y sentir algo inesperado. Los ingenieros entraron en su sesión, los líderes de campo en la suya, los gerentes de proyecto en otros lugares. Nos dividimos por disciplina. Funcionó bien en muchos sentidos, pero en ese momento, es posible que hayamos perdido la oportunidad de aprender unos de otros.

Este año, estamos haciendo algo diferente, no como una reacción, sino como una respuesta reflexiva al espacio, al momento y a lo que nuestra comunidad necesita ahora. El Music City Center en Nashville nos ofrece un innovador tipo de lienzo, y lo estamos utilizando para explorar un nuevo tipo de programa.

Striking Harmony (Armonía Sorprendente), nuestro tema de 2025, habla de la idea de que los mejores resultados surgen cuando distintas voces, ya sean musicales o profesionales, se unen con intención. Se trata de ir más allá de las vías paralelas y hacia conversaciones compartidas. La colaboración no es simplemente trabajar juntos; se trata de aprender activamente unos de otros, desafiar las suposiciones y descubrir lo que es posible cuando los roles se cruzan.

En Nashville, esa visión cobra vida en un formato educativo reinventado: ocho sesiones altamente seleccionadas y basadas en equipos que reúnen a contratistas generales, subcontratistas de concreto, ingenieros, arquitectos, desarrolladores y proveedores para presentar historias de proyectos reales. Estos no son estudios de caso en el sentido tradicional, son historias de tensión, ingenio, resolución de problemas y, sobre todo, intercambio. Cada sesión concluye con un panel de discusión que lleva la conversación más allá, preguntando cómo se definió la colaboración, dónde se quedó corta y qué hizo posible.

Puede que volvamos a la programación multipista en el futuro. Tiene un valor real. Pero este año, estamos creando un espacio para algo diferente, algo que esperamos que mueva la aguja de lo que realmente significa la colaboración en nuestra industria.

No hablemos solo de comunidad. Demostrémoslo.

Anhelo verlos pronto en Nashville.